Tuve como la mayoría de las personas nacidas cerca de los 80, la oportunidad de vivir una niñez en compañía de unos muy buenos amigos, juguetones, fieles, simpáticos, torpes, entrometidos, esos eran mis buenos amigos, mis amigos de la vecindad del chavo; como olvidar esas aventuras de aquel chiquillo humilde capaz de sobreponerse a cualquier situación por difícil que pareciera solo con una pequeña sonrisa o un tierno llano, como pasar por alto las pataletas del niño rico del barrio y la actitud irreverente de la hija del desocupado que no tiene ni quiere pagar su renta, como olvidar esos buenos amigos, amigos que muchas veces me sacaron desde carcajadas descomunales hasta lagrimas sinceras.
El chavo del ocho y todas las demás creaciones de este genio de genios Roberto Gomez Bolaños, me acompañaron en esa etapa de niñez y me ayudaron mucho también a divertirme sanamente en mi adolescencia, dándome ejemplo de comportamiento y amistad sincera, diversa y leal. Ahora que he recorrido muchos años mas, todavía miro a mi tv y veo a estos hermosos personajes, que me permiten recordar la delicia de ser niño y a la vez como somos capaces de olvidarlo tan rápido, metidos en una imparable rutina que se nos come el alma sin darnos cuenta junto con ese chavito que todos llevamos por dentro.
Ya cuando llegaron los ochenta, pero años del señor don CHAVO, me preocupaba mas el hecho de no haber podido conocer a la leyenda detrás de la historia, el no poder ver como mis ojos a este gran maestro, el tiempo tal vez se hacia mas corto para cumplir otro mas de esos objetivos, tareas o sueños, en la lista que todos tenemos en nuestra vida con los ítems que nos falta por cumplir, lista que para mi incluía: "Conocer al Chavo, verlo en persona", la oportunidad de verlo estuvo cerca en otras oportunidades, pero en aquellos tiempos no tuve la forma de llegar donde estaría, ni de mucho menos soportar los gastos de la aventura; un día después de ver como tanto otros días la lista sin ese ítem tachado, mire mi correo y ahí estaba, la posibilidad única de cumplir con mi objetivo...."Chespirito con su obra 11 y 12, en Cali " no lo podía creer, acababa de ver en días pasados un homenaje en un canal nacional, al hombre, al artista al lápiz detrás de la historia de esa bonita vecindad y a la inolvidable florinda... ahora podría por fin tenerlos frente a mi.
Asi fue, pude por fin estar dentro del recinto donde el maestro estaba, esperar a verlo por fin, a tener la ilusión de devolverme en el pasado y meterme físicamente en esa vida de patio que ocurrió hace tantos años, no paso mucho tiempo hasta que de repente por un lado del escenario apareció doña florinda meza, el teatro estallo en un solo aplauso al que ella no pudo resistir y sucumbió con sonrojo ante el cariño que las casi 500 personas le arrojábamos a pedacitos, pero con todo el cariño que le tenemos todos, para la mayoría ese no era el plato principal, todavía no podía tachar mi lista, la espera me volvía impaciente.... Hasta que...paso!!!!.
Apareció por fin el maestro de maestros, el lugar se descompuso en un aplauso tan gigante que parecía que sus paredes no iban a aguantar, el publico de pie, gritando su nombre, con tanto amor que aquel hombre no pudo soportar, se quedo sin aliento, quieto sorprendido, feliz, asi exactamente asi, felices se sentían todas esas personas que no dejaban de aplaudir y aplaudir y aplaudir, entendi entonces que no era solo mi lista la que se iba a ver tachada al final de la obra.
Disfrute cada instante de esa maravillosa obra, por que fue eso, una gran puesta en escena, un gran elenco y por su puesto un gran libreto, si tienen la oportunidad por favor no se la pierdan, "es lo máximo" y transcurrieron los minutos y todos los presentes nos gozamos al chavo y al chapulin, al chompiras y al Dr chapatin, porque eran todos ellos los que estaban ahí, detrás de esos ojos cálidos y humildes, debajo de la ropa de aquel hombre que con esa edad sigue teniendo un alma de niño inconfundible, si todos ellos estaban ahí, todos mis amigos estuvieron de nuevo conmigo y yo no lo podía creer, fue la noche mas bonita de mi vida y por supuesto llore, pero no lo hice de tristeza, ni mucho menos de pesar, lo hice pues por fin después de compartir tantos días con esa vecindad, de tantas sonrisas que me dieron esos personajes de mentiras, de tanto amor y ternura que me compartieron, pude ver por fin la representación viva del talento y la belleza del alma humana, pude ver la claridad en esos ojos, pude ver el respeto de media humanidad, pude ver lo pequeño que se quedo su cuerpo para guardar el amor de tantos y tantos colombiano, pude por fin... ver a mi querido amigo el chavo del ocho.
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